Y al dejar q' las obras me hablaran una me dijo algo mas q' las demás. Estábamos en la sala de pintura francesa (salón de 1819, si no me equivoco), mis amigas iban recorriendo la sala a su ritmo, y yo me pare frente a este cuadro de 2,02m x 2,53m de largo.

Había algo en la expresión del protagonista de la obra… ante todo su postura, como descreído de lo q' estaban viendo sus ojos, deslumbrado con tanta belleza y perfección. Con su mano queriendo tocar esa visión, algo tímido pero como queriendo confirmar al tacto q' no se trataba de un sueño. Mano q' se muestra temerosa de enfrentarse con la realidad, q' de ser tocada tanta hermosura no se esfume, o de ser real no se dañe.
En su mirada se nota que esta totalmente embelesado, y sus mejillas denotan hasta cierta timidez. Se ve totalmente vulnerable ante su obra. Definitivamente me encanto la imagen.
Y todo lo q' transmite.
A mi, particularmente, me invita a querer ser parte de esa magia... a querer tener esa mirada embobada... y aun mas... a querer ser objeto de esa mirada... y a poder crear esa atmosfera para enamorarse, como le paso a Pygmalion.
No hay comentarios:
Publicar un comentario